Aeropuerto Interestatal de Altamira
Aeropuerto Interestatal de Altamira (ATM)
Ubicada en la región centro-sur de Pará, en el norte del país, Altamira se encuentra a más de 800 kilómetros de Belém, la capital del estado, y se encuentra a orillas del río Xingú, con su serie de afluentes y cascadas que se distribuyen por toda la región. Desde 2011, cuando se iniciaron los trabajos de instalación de la usina hidroeléctrica de Belo Monte, considerada la tercera hidroeléctrica más grande del mundo, construida en la cuenca del río Xingú, el aeropuerto ha registrado un aumento significativo en el número de pasajeros.
El 30 de noviembre de 2023, el Aeropuerto Interestatal de Altamira (SBHT) pasó a manos de Aena Brasil, luego de que la concesionaria se adjudicara un bloque de 11 terminales aeroportuarias brasileñas en una subasta de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) celebrada en 2022. Como gestiona, desde 2020, seis unidades en el Nordeste, Aena Brasil gestiona, en total, 17 aeropuertos en el país. La compañía forma parte de la española Aena, considerada el mayor operador aeroportuario del mundo en cuanto a número de pasajeros.
El aeropuerto de Altamira opera vuelos domésticos, actuando como una importante puerta de entrada hacia y desde la región Transamazónica. Los habitantes de Altamira tienen la opción del transporte aéreo desde 1950, cuando nació el primer aeropuerto local, con piso de tierra y una aerolínea comercial establecida por la extinta Panair do Brasil.
La ruta Belém-Manaus se realizó en un hidroavión bimotor, el CatalinaPBY, de 16 asientos, que aterrizó en el río Xingú, frente a la ciudad. Al mismo tiempo, en un terreno donado por la alcaldía, se inició la construcción de la nueva pista, bajo la responsabilidad de la Comisión de Aeropuertos de la Cuenca Amazónica (Comara), organismo militar del Comando de la Fuerza Aérea.
El primer aterrizaje en el río Xingú, sin embargo, fue poco después de la Revolución de 1930, cuando un hidroavión de Panair aterrizó en Altamira, con la intervención del Estado, el Mayor Magalhães Barata. A lo largo de la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, hidroaviones estadounidenses aterrizaron en el río Xingú trayendo suministros para las operaciones de extracción de látex, que produciría caucho natural para el ejército aliado.
Con la construcción de la Carretera Transamazónica, inaugurada en la década de 1970, el número de vuelos creció y la pista tuvo que ser ampliada y pavimentada para satisfacer la demanda. En 1979, Altamira inauguró su nuevo aeropuerto, el cual contaba con una pista pavimentada y una moderna terminal de pasajeros.
La década de 1980 estuvo marcada por la incorporación de la unidad a Infraero, precisamente el 17 de enero de 1980, y una renovación parcial de la pista de aterrizaje y despegue, en 1986. En 2011 y 2012, las nuevas renovaciones hicieron que la pista fuera capaz de soportar aviones grandes.
La década de 1980 estuvo marcada por la incorporación de la unidad a Infraero, precisamente el 17 de enero de 1980, y una renovación parcial de la pista de aterrizaje y despegue, en 1986. En 2011 y 2012, las nuevas renovaciones hicieron que la pista fuera capaz de soportar aviones grandes.
Otra intervención que merece destacarse fue la ampliación de la terminal de pasajeros del aeropuerto, en 2023, que proporcionó un aumento del espacio físico de las salas de salida, llegadas y salas VIP, además de la instalación de baños accesibles en los tres ambientes de la terminal.
Durante los próximos 30 años, vigencia de la concesión, Aena Brasil modernizará el Aeropuerto Interestatal de Altamira y preparará la unidad para las exigencias del presente y del futuro, garantizando a sus usuarios cada vez más comodidad y seguridad.